La estrategia que siguen estos insectos es la
siguiente. Su enemigo natural es la avispa japonesa, que entra
en sus colmenas y devora a sus larvas, e incluso a los adultos. Así que, en la
entrada de cada colmena, las abejas sitúan a una abeja centinela. Cuando el
insecto de guardia detecta la llegada de un intruso, avisa al resto y dispara la
respuesta.
Una vez avisadas, las abejas rodean a la avispa,
formando una bola a su alrededor. Llegan a juntarse
hasta 500 individuos. Tan pronto como el invasor está
encerrado, comienzan a batir sus alas muy rápido, generando una gran cantidad de
calor que transmiten a la avispa. La temperatura no es muy alta, de en torno a
46 grados centígrados, pero es suficiente para acabar con la
vida de la avispa. En cuanto ya no representa un peligro, las abejas se separan
y vuelven a sus tareas sin haber sufrido daño.
Este comportamiento es único de esta especie, no
se conoce nada parecido en ningún otro animal. Esto se debe, en gran parte, a la
razón por la que estas abejas han desarrollado una estrategia así. El resto de
especies de abeja utilizan sus aguijones para defenderse, pero en este caso no
les sirve. El exoesqueleto de la avispa, la capa de tejido más externa, es
demasiado dura para que los aguijones la puedan atravesar. Así que tenían que
buscar una alternativa, y la encontraron en la "bola-abeja".
Lo curioso de esta estrategia no se queda aquí. Según han podido demostrar un equipo de científicos japoneses, las abejas que forman parte de la "bola" funcionan como si fuesen un sólo individuo. Hasta ahora se pensaba que una de ellas actuaba como líder, dando órdenes a las demás para que cumpliesen con su función.
Para comprobar cómo funcionaba este sistema, los
investigadores separaron algunos individuos de la "bola". Y lo que pudieron ver
es que sus cerebros se comportaban de manera distinta a como lo hacen el resto
del tiempo, que tenían una actividad neuronal diferente. Esta actividad no sólo
la usan para formar su "bola" defensiva, también se activa cuando están
expuestas a altas temperaturas. Así que cada una de ellas está midiendo
la temperatura, ya que si ésta sube demasiado llegaría a matar a las
abejas. Pero mide la temperatura de la "bola", no la de su propio cuerpo.
Aún falta por saber exáctamente cómo se forma la
"bola", y de qué forma ha llegado esta especie a desarrollar evolutivamente esta
respuesta.
Por José de Toledo
http://es.noticias.yahoo.com/blogs/apuntes-naturaleza/las-abejas-japonesas-cuecen-sus-enemigos-113445867.html
Por José de Toledo
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