La avispa asiática es una especie de avispa de la familia de los véspidos originaria de China. Esta avispa, al igual que otras de su género, se alimenta de insectos, pero también de abejas, aunque esta especie es más agresiva que otras. Wikipedia
Nombre científico: Vespa velutina
Longitud: Hembra: 2 cm (Adulto, Obrera)
Categoría: Especie
La avispa asiática está invadiendo a un ritmo de unos 50 kilómetros al
año la zona norte del país,
una voraz especie que captura entre 25 y 50
abejas diarias y cuya presencia se ha detectado también en las Baleares,
La Rioja y Castilla y León.
La
especie invasora genera importantes perjuicios al sector apícola, dado
que acaba con las colmenas en poco tiempo; daña la biodiversidad y crea
alarma social porque muchos de los nidos están en entornos urbanos.
En
España, la presencia de este insecto se confirmó por primera vez en
2010 y, pese a los miles de nidos inactivados desde entonces, persiste
la dificultad de su control, coinciden en afirmar a EFE científicos de
los centros de investigación CREAF de Cataluña y Neiker-Tecnalia del
País Vasco, dos de las regiones más afectados por la plaga.
En
los últimos cuatro años se han destruido 6.500 nidos en Euskadi. El
área más afectada es Guipúzcoa, pero en 2015 hubo "una gran expansión en
Vizcaya donde se retiraron 2.180 nidos", indican Ana García y Jesús
Félix Barandika, del Instituto Vasco de Investigación Neiker-Tecnalia.
Los
nidos grandes pueden alcanzar un metro de alto y 0,80 metros de
diámetro, pueden tener hasta 15.000 celdillas y entre cinco y seis capas
de celulosa en la parte exterior.
De
momento, la avispa asiática ha sido localizada en Galicia, La Rioja,
Asturias, Castilla y León, las Baleares, Cataluña, País Vasco y
Cantabria y su expansión sigue "la pauta esperada, porque está muy
condicionada por un clima relativamente suave y lluvioso", explica Joan
Pino, científico del Creaf.
Pino
ha desarrollado un modelo de predicción de este himenóptero para
conocer cómo se expande, que ha demostrado una alta fiabilidad y en el
que, a veces, aparecen "puntos discordantes", porque también es
importante la cifra de "dispersadores" (reinas fundadoras).
En
opinión del experto del Centro de Investigación Ecológica y
Aplicaciones Forestales de Cataluña (Creaf), la avispa asiática es un
claro ejemplo de qué ocurre cuando el problema no se ha atacado "muy al
principio".
Por
otro lado, parece que hay un mejor establecimiento de la avispa en la
zona norte, y de hecho, en este área, la invasión avanza a un ritmo de
unos 50 kilómetros por año, subrayan García y Barandika.
Los
tres investigadores coinciden en la extrema dificultad de controlar la
plaga debido a que no existen "atrayentes específicos".
Actualmente,
afirman García y Barandika, la lucha se desarrolla básicamente en los
colmenares, ya que las abejas son una parte importante de la dieta de la
avispa asiática.
Cualquiera
de los métodos utilizados intentan minimizar los daños y mantener el
número de avispas bajo para que las abejas sigan trabajando con
normalidad, pero "está siendo difícil de conseguir".
En
general, se hacen trampeos en primavera para capturar reinas (lo que
evita el desarrollo de los nidos que comienzan a crecer en esa época), y
cuando la intensidad de ataque en los colmenares es alta (agosto y
septiembre) se realizan trampeos de obreras.
Los
adultos se alimentan de néctar y frutas maduras, mientras que las crías
comen preferentemente abejas melíferas y otros insectos.
Una sola de ellas puede capturar entre 25 y 50 abejas al día y de ahí la amenaza que representa para los apicultores.
La
Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha denunciado esta
semana el grave riesgo que representa para las más de dos millones de
colmenas españolas.
"Es
una especie invasora -afirma- que acaba con gran parte de la colmena en
poco tiempo, mermando su productividad en apenas una campaña". La
producción media de miel en España se sitúa en 32.100 toneladas.
De
momento, la abeja local Apis mellifera no tiene desarrollados
mecanismos de defensa como la abeja asiática Apis cerana, ya que estas
se agrupan formando una bola de abejas rodeando la avispa, generando una
temperatura interna en torno a 45 grados, que ocasiona su muerte.
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